
La presente reflexión apunta a los dispositivos de la sexualidad y las estrategias del poder mediante una prosa filosófica que cobra matices de relato periodístico.
Cárceles, vírgenes, estímulos sexuales, brujas, violaciones, controles sobre la sexualidad infantil, violencia machista, el sexo como rampa de lanzamiento al poder, hipersexualidad televisiva, el culto al cuerpo y el sida como excusa para manipular el deseo, etc. He aquí algunos de los ejemplos que iluminan las ideas propuestas, de las cuales se avanza la hipótesis de que nuestra sexualidad tal vez ya no exista.
Su aparente brillo sería similar al de una estrella pagada. Si esto es así ¿cuál será el destino de nuestro deseo?