Sorprendentemente para una concepción muy extendida del acontecer peninsular, el nacionalismo reverdece con vigor en la España de nuestros días. La asociación de una de sus manifestaciones principales con el franquismo ha llevado a amplios sectores a marcar distancias con un fenómeno cuyas fuentes se sitúan, sin embargo, en porción considerable, en la corriente social del débil liberalismo hispano, tendencia inventada en buena parte como, según sus críticos, ocurre con la de la tradición. La confusión, pues, se hace así generalizada, con exigencia imperiosa de un debate intelectual que coloque el tema en sus auténticas coordenadas. Producto de la conjunción de catolicismo y liberalismo, el nacionalismo español expresó siempre tal mezcla, manifestándola en proporciones diferentes según los tiempos. Sin contexto cronológico resulta incomprensible el discurso de la Historia, el Arte y la Política. En la presente obra se aspira a aportar algo de claridad a una cuestión relevante, situada, ciertamente, todavía en los pródromos de su investigación rigurosa.