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"Cartas desde la Rue Taitbout, o No vayas, pero si tienes que ir, saluda a todo el mundo"
Exiliado en París por sus problemas con el fisco estadounidense, Saroyan escribe estas cartas, pequeños mensajes, a las personas que ha conocido y a otras de notoriedad pública.
Esa carta que no se manda, que no se escribe, que se redacta sola en el pensamiento, es algo que todos conocemos. El espíritu batallador quiere interpelar y dirigirse a cuanto ama, desprecia o respeta. Al filo de los 60 años, Saroyan escribe unas cuantas cartas de este cariz: a Dios, a su padre - que murió joven- a Freud, a Hitler y Mussolini, a Balzac ... y a todo el mundo, amigo aunque sea desconocido. Una obra maestra de W Saroyan, vagabundo, bohemio y especialista en el alma humana.
Exiliado en París por sus problemas con el fisco..."/>