
El artista que más abiertos ha tenido los ojos, el pintor que mas atentamente ha seguido la realidad con la mirada, se apercibe de que el poder del arte del retrato remeda la creación divina, pero en el momento en que inicia esta reflexión cuando en el espejo se apresta la mirada a mirar que mira, se le revela de soslayo su doble monstruoso.