La piel del lobo (Hans Lebert) Muchnik Editores

Los muertos tienen hambre... Unfreund, el marinero, vuelve a su pueblo natal pasado seis años donada comarca después de la guerra. Han pasado seis años, es el invierno de 1952. En esa abandonada comarca boscosa, vive en la choza donde su padre se ha suicidado y, como él, se dedica a la alfarería. El pueblo se da Schweigen (Silencio) y está habitado por unos seres cerrados y poco amistosos, comandados por una pandilla de borrachos violentos y supersticiosos. A la salida del pueblo, se ven las ruinas de una vieja fábrica de ladrillos, rodeadas por una franja donde el pasto se seca en primavera y reverdece en invierno. Algún cataclismo se avecina: tormentas, ruidos extraños y derrumbes señalan la presencia de un mal creciente. Una serie de muertes misteriosas sirve como pretexto para hacer del solitario marinero un sospechoso. Pero hay otro extraño en el pueblo, el fotografo Maletta. Por sus muchos crímenes, Maletta se ha transformado en una persona de sensibilidad extrema, en una «avería en el casco del mundo» por donde puede entrar el terror, porque se ha vuelto capaz de comprender el fracaso de la Creación. Algunos creen ver un lobo rondar el bosque, algo espanta a los perros y a los caballos, cinco niños dicen haber visto al Diablo. ¿Quién podrá romper el hechizo de Schweigen?

Esta novela religiosa, escondida detrás de un cuento de fantasmas, a su vez escondido detrás de una novela policial de marco campesino ha sido saludada por Elfriede Jelinek como «la primera novela radicalmente moderna de la posguerra» y «una de las grandes novelas de la literatura universal».