

Hay una España perdida a la vuelta del progreso y la vulgaridad. Cercana en el tiempo, imposible en la imaginación. Una España mítica que vivía en su inocencia pagana aun en tiempos del dictador. En un lugar entonces aislado de la Costa Brava, el autor se instala durante tres temporadas, después de la segunda guerra mundial, y se transforma en testigo de la lucha épica entre la gente del mar, raza optimista y amante de los gatos, y los payeses del interior, sombríos, conservadores y amantes de los perros. Una tragedia de dimensiones planetarias, ecológicas, amenaza la vida de los dos pueblos enfrentados, pero nadie parece darse cuenta, sumergidos como están en el encono de las rivalidades casi homéricas que los devoran. Y será la modernidad, en la figura de un estraperlista sin escrúpulos, la que llegue para poner fin al hambre y al rencor, transformando para siempre a Farol en un enfermo de turismo.