

Este hermoso relato de Jean Giono, uno de los mayores escritores franceses del siglo XX, encierra un vigoroso mensaje contra la destrucción de la vida y es un canto, sobrio y austero, a la armonía mediante la cual los seres humanos conservan y enriquecen la tierra en la que coexisten con los animales, unos y otros enriquecidos a su vez por el silencioso aunque sensible reino vegetal.
«Imagino que Jean Giono habrá plantado no pocos árboles a lo largo de su vida. Sólo quien ha cavado la tierra para acomodar una raíz o la promesa de ésta podría haber escrito la singularísima narración que es El hombre que plantaba árboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (...) Y ésa es la conclusión: estamos esperando a Elzéard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.» José Saramago