
Morituri presenta una denuncia radical de la violencia integrista,a la vez que una radiografía implacable de una sociedad a la deriva. Elogiada por la crítica internacional por su estilo ácido, traducida al inglés, alemán, italiano y checo, Morituri ha sido galardonada por el prestigioso Trofeo 813 a la mejor novela francófona en 1997. Aparte de la trama policíaca en la que el comisario Llob deberá buscar a una chica desaparecida lo que más llama la atención en la novela es la visión de Argel y sus habitantes,la denuncia de la hipocresía y la corrupción de políticos y altos cargos y sobre todo el lenguaje directo y callejero que usa el escritor.