
"El cielo había terminado, la tierra había terminado, los animales habían terminado, el hombre había terminado. Dios pensó que también había terminado, y se hundió en una profunda melancolía". No sabía qué ponerse. Hizo un poco de cerámica, amasó una bola de tierra, pero el corazón ya no estaba allí. Ya no confiaba en él, había perdido la fe. Dios ya no creía en Dios. Necesitaba urgentemente actividad, nuevos proyectos, grandes proyectos. Luego decidió buscar trabajo y, como todos los demás, escribió su curriculum vitae "