
Portada dañada.
En este libro se nos habla un poco de todo lo que fue la España del desarrollismo: estraperlo, falta de escrúpulos, tráfico de influencias y pequeñas dosis de miseria que, por su larga duración, acababan impregnando por completo la vida y el país. El ayudante del verdugo es el personaje gris y miserable que se enriquece con las ejecuciones sin siquiera acabar de dar la cara. Y en esa fatiga crónica de caminar en círculos aunque se suba la montaña se desarrolla un libro con fragmentos líricos y trasfondo casi naturalista, iniciado y concluido en una cena de homenaje que el homenajeado paga, y en una condecoración comprada a fuerza e sobornos ridículos.