

El desafío mundial, libro del ex ministro y ex director propietario del semanario L'Express Jean-Jacques Servan Schreiber, provocó en Francia un amplio debate que se repitió en distintos países del globo (España incluida).
La obra expone la tesis según la cual los trágicos desequilibrios que caracterizan al mundo serán superados gracias a la siguiente fórmula: informatización universal por medio de los petrodólares y de la tecnología occidental. El desafío mundial, como ya ocurrió hace una docena de años con El desafío americano, del mismo autor, es una novela policiaca, pero con «otros» personajes. La gestación del libro muestra por sí sola el alcance y los protagonistas de lo que, en definitiva, constituye la narración que, en mayor o menor medida, será, sin duda, la aventura de la humanidad durante los últimos veinte años del presente siglo. J. J. S. S. empezó por crear el «grupo de París», un reducido equipo directivo de personajes de primer plano japoneses, europeos y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).Este equipo (Samuel Pisar y el profesor Giersch, presidente del instituto de Kiel, entre otros) resumió los componentes esenciales del mundo de hoy y del que se perfila cara al comienzo del siglo XXI, es decir, a lo largo de lo que les queda de vida a los pozos petrolíferos de Oriente Próximo. Acto seguido, con ese esquema en la cabeza, J. J. S. S. se lanzó al camino.