

Dos muchachos Montxo y Pedro uno de la Montaña otro de la Ribera se conocer se analizan miden sus fuerzas. Los dos coinciden en el mismo lugar y con idéntico propósito: que el aire limpio de la sierra arrastre las secuelas de una enfermedad maldita: la tuberculosis. El bacilo de Koch les ha unido.
Nace una amistad que con altibajos se prolongará hasta el final de sus días. Montxo lleva a cuestas un trauma vivido en la niñez: la muerte violenta de su tío Felipe en la evasión del Fuerte de San Cristóbal y la de sus padres en los comienzos del Maquis. Pedro y Montxo navarros de pura cepa tienen también en común su empeño en ser hijos de su tiempo.
El Árbol del paraíso es un canto a la amistad y el amor. Arantxa con su belleza deslumbrante es el contrapunto a la fealdad de una posguerra inacabable. Un canto a la amistad y al amor-