
El genio de Alfred Kubin como dibujante ha eclipsado durante mucho tiempo su obra de escritor, breve pero de una absoluta singularidad y belleza que fascina a quienes penetran en su lectura.
Digamos que la obra maestra de Kubin, densa divagación novelesca ilustrada por él mismo ("La otra parte", 1909) marginó de alguna manera la otra vertiente de su obra escrita: estos relatos burlescos y grotescos –no menos turbadores– que escribió en la segunda mitad de su vida de creador, y que Maldoror ediciones ofrece aquí por primera vez traducidos al castellano