
Diversas son las causas que los historiadores atribuyen al gran motín de los cipayos en marzo de 857: las consecuencias de la expansión británica en la India, el fanatismo religioso, la corrupción política... Sin embargo, nadie parece tener e cuenta que, por aquel entonces, el imprevisible Harry Flashman andaba por ahí en misión secreta sabía más de lo que desearía acerca del motín que se estaba gestando. Un dato que debiera tenerse muy en cuenta. Enfrentarse a los agentes secretos rusos, a las fanáticas hordas.