

El rasgo distintivo de este libro respecto a muchos escritos es el enfoque desde el que se aborda el tema: una aproximación cognitiva que supone un cambio importante. La principal novedad radica en que en vez de modelos neurológicos se utilizan modelos cognitivos como marco de interpretación de los trastornos afásicos.
La ventaja de emplear modelos cognitivos es que permite al terapeuta no sólo clasificar a los pacientes afásicos sobre la base de sus conductas anómalas sino interpretar las causas que las originan lo que es fundamental para la preparación de los programas de rehabilitación.
Mientras que de cara a la preparación de las actividades de rehabilitación para un paciente que no comprende el lenguaje oral es de poca utilidad saber que tiene una lesión en la circunvolución temporal media del hemisferio izquierdo sí que es de gran utilidad saber que tiene dañadas las vías que conectan las representaciones fonológicas de las palabras con sus significados.