
Heráclito procedía, probablemente, de una familia noble. Sus sentencias y aforismos le valieron desde la Antigüedad el sobrenombre de el Oscuro. Su tesis principal aostiene que todo fluye y nada permanece, es decir, que todo cambia incesantemente.
Parménides, orginario de Elea, representa una filosofía completamente opuesta a la de Héraclito. Para él no hay devenir, no hay cambio, por que éste implicaría un paso del no ser al ser y, en consecuencia, el no ser existiría, lo cual es imposible.