
El franquismo ganó la guerra militar y políticamente. En cambio, la batalla moral y la humana la ganaron los combatientes de la República. La capitulación sólo benefició al franquismo y al fascismo alemán e italiano. Se hizo sin ninguna garantía para los vencidos. Los antifranquistas sabíamos lo que quería decir: pelotones de ejecución, cárceles, campos de concentración y humillación. También estábamos convencidos de que si la muerte nos cogía con las armas en la mano, sería mejor eso que morir de rodillas.