
Dormir no es solo cerrar los ojos y conciliar el sueño para recuperar fuerzas; también es la posibilidad de soñar, es decir, de permitir que nuestra mente descargue o libere a través de imágenes que se proyectan en alguna de las fases del descanso la acumulación residual que va quedando de la vigilia. Los sueños pueden ser leídos para clarificar los aspectos más ocultos o esquivos y hasta para conocer el destino o suerte de una persona. De su significado y su interpretación haba este libro escrito por el especialista Ruggiero Rizzo.