Veinte años no es nada dice el tango de Gardel que Almodóvar ha utilizado en Volver y que da título a una de las últimas películas de Joaquín Jordá. Es cierto, en el curso de la historia veinte años no es nada, pero en el de una vida significan mucho. Sobre todo cuando estos veinte años son los últimos de un milenio y los primeros del otro; sobre todo cuando en estos veinte años el mundo ha cambiado política y socialmente de una forma brutal adelantándose en muchas cosas a las más aventuradas películas futuristas.

Veinte años, veintiuno en realidad, son los que recorre esta Vuelta al cine en veinte festivales. Veinte festivales de cine, algunos muy conocidos por su amplia difusión Berlín, Cannes, Venecia, San Sebastián; otros menos famosos pero muy significativos Locarno, Rótterdam, Pesaro, Turín; unos terceros más exóticos vistos desde aquí Guadalajara en Mèxico, Teherán. Ciudades y festivales se confunden en el recuerdo con personas y películas y a través de su recorrido descubrimos los nombres que han marcado el cine en este tiempo -de Jarmush a von Trier, de Almodóvar a Bollaín.-; los movimientos que han surgido ampliando sus horizontes cine chino, cine iraní, dogma95, cine coreano..; los avances tecnológicos que han cambiado la manera de disfrutar el cine de las salas de arte y ensayo al DVD, la aparición del digital.. Veinte años y veinte festivales que permiten hacer una radiografía del cine y de la historia donde cada uno podrá encontrar su película, su director, su pequeña memoria.

Este libro se puede leer de varias maneras: seguido como una crónica, o escogiendo artículos sueltos. Pero siempre teniendo en cuenta que esta no es una Historia del Cine de los últimos veinte años, ni siquiera una Historia de los Festivales, tampoco es un libro de memorias. Es una extraña combinación de las tres cosas. Un retrato colectivo y privado, profesional y personal de veinte años de vida dedicados al cine.