Una joven afgana ve cómo su vida y la de todas las mujeres de su comunidad se derrumba con la llegada de los talibanes. Latifa ha conseguido huir de allí con su familia, para convertirse en eminente portavoz de quienes no pueden hablar.

Cuando los talibanes llegaron al poder en 1996, Latifa tenía solo dieciséis años. Su sueño, como el de muchas adolescentes, era estudiar periodismo, viajar, enamorarse.

Pero un régimen de terror se apoderaría del país, y la dureza de sus leyes enjaularía a miles de mujeres en sus hogares, condenándolas a una muerte en vida.

Para la joven Latifa, la pesadez del burka se convertiría en una verdadera cárcel para su espíritu. Una celda donde simplemente estaba prohibido ser feliz. 

Este libro relata los acontecimientos pasados y recientes vividos por mi familia en mi país, Afganistán. Espero que sirva de llave a otras mujeres, aquellas cuyas palabras están encadenadas, que han escondido su testimonio en su corazón y su memoria. Lo dedico a todas las chicas y mujeres afganas que han guardado su dignidad hasta el último soplo. A todas aquellas, privadas de sus derechos en su país, que viven en la oscuridad cuando nos hallamos en el siglo XXI. A todas las mujeres ejecutadas en público ante la mirada de sus hijos y seres queridos, sin piedad, ni juicio justo. Se lo dedico también a mi madre, que me ha ayudado en todo momento dándome lecciones de libertad y resistencia. LATIFA