
Son numerosos los licores que nacieron en conventos y monasterios con fines medicinales: es el caso del Chartreuse de los cartujos, o del Aromes de Monserrat de los benedictinos de ese convento.
Todos ellos responden a una rigurosa selección de las hierbas, especias y otros ingredientes, así como la pureza del alcohol y al cuidado en la preparación, que podía ser mediante destilación o maceración. Los preparados recogidos en el presente volumen no precisan destilación, a fin de facilitar la elaboración casera.
Son vinos obtenidos por maceración o infusión de diferentes sustancias vegetales naturales, esencias y extractos aromáticos en alcohol al alcance de cualquiera. 150 recetas.