
El hombre vive la mayor parte de su vida hipnotizado, dormido y alienado por las preocupaciones del mundo en el que vive.
La hipnosis, tan antigua como la humanidad, es sin embargo, en su aspecto terapéutico, una moderna arma de compra contra la mayor parte de nuestros males: incapacidades físicas y psíquicas, complejos de inferioridad, estrés, bulimia, anorexia, problemas de conducta, depresión y un largo etcétera.