
Cuando un ser humano recapacita sobre el sentido de su existencia necesita encontrar respuesta a ciertas preguntas.
Cuando intenta responder a esas preguntas, necesita apoyarse en argumentos sólidos basados en la razón de su intelecto.
Cuando busca la base que sustentará sus reflexiones necesita conocer cuál es la esencia y el origen de sus pensamientos.
Cuando por último busca ese origen se da cuenta que solamente sabiendo el proceso de formación de su personalidad puede llegar a conocerse a sí mismo y sólo desde este punto puede empezar a obtener el ansiado conocimiento.