

Los autores de este libro han investigado la notoriedad de la cocina depravada a lo largo de la historia y han escrito un insólito recetario basado en las singularidades, apetencias y desmesuras en torno a la mesa de los personajes más decadentes.
Una cena con Calígula, con humorístico tono impasible –y una erudición malsana que incluye a Homero, Flaubert, Gautier, Huysmans, o André Pieyre de Mandiargues–, contiene los menús más extraños de la historia de la gastronomía. Junto a platos de fácil preparación, como “cabellos de ángel” o “gato en salsa de tomate”, nos instruyen en la elaboración del “guiso de pata de oso panda”, del “pastel de kapako de Nueva Zelanda” –loro autóctono en peligro de extinción–, de las “salchichas de marsopa” o del “perrito caliente de Manila”; recomiendan el vino húngaro Egri Bikavér, también llamado “Sangre de toro”; y exhortan –hasta con la tripa llena– al éxtasis de la gula con los postres preferidos del marqués de Sade: “nalgas de canciller” y “ombligos de dama”. El muestrario es sabrosamente terrorífico, un regalo para el lector imaginativo, perverso y audaz.
"Una cena con Calígula" es un recorrido siniestro, lleno de humor negro y comentarios mordaces, que nos lleva desde las mesas de la antigua Roma (con un menú de Apicio) hasta las kitchenettes de la Inglaterra victoriana, aderezado con recetas de cada una. Así desde clásicos como Homero o Porfirio hasta Flaubert, en el libro hay recetas tan malsonantes como #cacerola de patas de osos panda#, #salchichas de oso negro#, comidas con sangre, postres del Marqués de Sade, todas ellas con las bebidas más apropiadas para acompañarlas. Repleto de referencias literarias, es una estrambótica e hilarante antología sobre lo más raro que se ha permitido la historia de la gastronomía.