Joyas 18: Frankenstein (Mary Shelley) Bibliotex El Mundo

Un clásico en su género que, a través de los ojos de un monstruo, ofrece una visión desoladora de la humanidad.

Bien pensado, aquellas vacaciones en Villa Diodati, en el verano de 1816, supusieron el triunfo de los acólitos. Aunque los poetas laureados eran Byron y Shelley, fueron el médico de aquél y la esposa de éste quienes alumbraron las obras por las que aún recordamos aquellos días. En tanto que John Polidori escribía El vampiro, Mary Shelley redactaba Frankenstein o el moderno Prometeo. Acaso deformado por sus múltiples —y frecuentemente estimables— versiones cinematográficas, que raramente se detienen en la bondad original de un monstruo que sólo comienza su carrera criminal al descubrir el pavor que causa en los demás, lo que la autora nos propone desde el mismo título es la revisión del ideal de la raza humana. Así pues, la infinidad de visiones simplistas de Frankenstein han menoscabado considerablemente un texto que entronca con Hesiodo, Esquilo e incluso la Biblia.