La escritora barcelonesa Ana María Matute confesó anoche, una vez más, su pánico a hablar en público en el transcurso del homenaje que recibió por parte de la Feria del Libro de Madrid coincidiendo con la publicación de Casa de juegos prohibidos, libro editado por Espasa Calpe en el que el crítico Pedro Manuel Víllora recoge un conjunto de textos de la autora basados en la idea de la inocencia.

Ana María Matute ha logrado a los 71 años recuperar una popularidad que nunca persiguió, gracias a su última novela, Olvidado rey Gudú (Espasa Calpe), publicada el pasado año y que la propia autora, que tardó en escribirla varias décadas, considera su testamento vital y literario: "En esa novela está todo mi mundo, el de la escritora y el de la persona, porque en mi caso ambas facetas no se pueden separar", dijo ayer.